(PD).- Un grupo de trabajo del Senado francés ha propuesto esta semana en un documento la aprobación de la práctica de las madres de alquiler, prohibida en el país (al igual que lo está en España) desde el año 1994.
Esta técnica reproductiva sí está autorizada en Reino Unido, Grecia, Canadá o Estados Unidos, por lo que las autoridades galas pretenden con esta medida acabar con un creciente turismo reproductivo.
"Las cosas a nuestro alrededor evolucionan", ha subrayado la presidenta de este grupo, la socialista Michèle André, en referencia a la normativa que rige en otros países europeos en este sentido, "que han legislado para evitar la mercantilización" de la reproducción. Y es que se calcula que unas 400 parejas francesas recurren cada año a la solución de viajar al extranjero para poder tener un hijo en el útero de otra mujer.
En el país vecino, la ley sobre el cuerpo humano de 1994 contempla sanciones penales y civiles (incluidas penas de prisión) para quienes realicen este tipo de gestación en territorio francés. Sin embargo, los viajes al extranjero en busca de vientres de alquiler han puesto en dificultades a los jueces a la hora de determinar la filiación paterna de los niños así nacidos. Algunos magistrados galos, por ejemplo, aceptaban la paternidad, pero no la maternidad. El nuevo proyecto contempla que los padres biológicos sean los progenitores del niño, concebido por fecundación in vitro con sus propios óvulos y espermatozoides.
Le nueva legalización de esta práctica, siempre dentro de un marco estricto, excluiría a las parejas homosexuales, y tampoco permitiría que la madre de alquiler llevase en su vientre el embrión de su propia hija (aunque sí podrá hacerlo una hermana con el embrión de su hermana). La ley, que podría estar en marcha antes de 2009, excluye también cualquier tipo de remuneración económica para la mujer, excepto la derivada de los costes médicos que no cubra el sistema sanitario público francés. Además, exige que la 'portadora' haya tenido ya un hijo previamente.
La 'portadora' podrá arrepentirse
La propuesta del Senado también incluye una cláusula para que la madre que lleve al feto en su útero tenga "derecho de arrepentimiento" y pueda cambiar de opinión y quedarse con el niño en los tres días siguientes a su nacimiento. Por el contrario, los padres biológicos no podrán renunciar a sus responsabilidades una vez nacido el bebé si, por ejemplo, éste padece algún tipo de discapacidad, y deberán hacerse cargo de él en cualquier caso.
"La maternidad a través de otra mujer debe estar reservada a parejas heterosexuales con problemas de fertilidad, y en las que la mujer no esté capacitada para llevar un embarazo a término o no pueda hacerlo sin poner en riesgo su vida o la del bebé", aclara uno de los senadores autores del documento, Alain Milon.
En cada caso, la pareja de progenitores y la madre de alquiler deberán obtener el visto bueno de la Agencia francesa de Biomedicina así como de un magistrado antes de la transferencia del embrión. Una encuesta publicada por esta misma agencia en 2007 señalaba que el 57% de los franceses estaba a favor de la autorización de las madres de alquiler.
Aunque este documento del Senado abre la puerta a que así sea, aún falta que el proyecto sea autorizado por el Parlamento, y podría no estar listo hasta la reforma de la ley francesa de bioética prevista para el año 2009.
Periodistadigital.com/vidasaludable
Esta técnica reproductiva sí está autorizada en Reino Unido, Grecia, Canadá o Estados Unidos, por lo que las autoridades galas pretenden con esta medida acabar con un creciente turismo reproductivo.
"Las cosas a nuestro alrededor evolucionan", ha subrayado la presidenta de este grupo, la socialista Michèle André, en referencia a la normativa que rige en otros países europeos en este sentido, "que han legislado para evitar la mercantilización" de la reproducción. Y es que se calcula que unas 400 parejas francesas recurren cada año a la solución de viajar al extranjero para poder tener un hijo en el útero de otra mujer.
En el país vecino, la ley sobre el cuerpo humano de 1994 contempla sanciones penales y civiles (incluidas penas de prisión) para quienes realicen este tipo de gestación en territorio francés. Sin embargo, los viajes al extranjero en busca de vientres de alquiler han puesto en dificultades a los jueces a la hora de determinar la filiación paterna de los niños así nacidos. Algunos magistrados galos, por ejemplo, aceptaban la paternidad, pero no la maternidad. El nuevo proyecto contempla que los padres biológicos sean los progenitores del niño, concebido por fecundación in vitro con sus propios óvulos y espermatozoides.
Le nueva legalización de esta práctica, siempre dentro de un marco estricto, excluiría a las parejas homosexuales, y tampoco permitiría que la madre de alquiler llevase en su vientre el embrión de su propia hija (aunque sí podrá hacerlo una hermana con el embrión de su hermana). La ley, que podría estar en marcha antes de 2009, excluye también cualquier tipo de remuneración económica para la mujer, excepto la derivada de los costes médicos que no cubra el sistema sanitario público francés. Además, exige que la 'portadora' haya tenido ya un hijo previamente.
La 'portadora' podrá arrepentirse
La propuesta del Senado también incluye una cláusula para que la madre que lleve al feto en su útero tenga "derecho de arrepentimiento" y pueda cambiar de opinión y quedarse con el niño en los tres días siguientes a su nacimiento. Por el contrario, los padres biológicos no podrán renunciar a sus responsabilidades una vez nacido el bebé si, por ejemplo, éste padece algún tipo de discapacidad, y deberán hacerse cargo de él en cualquier caso.
"La maternidad a través de otra mujer debe estar reservada a parejas heterosexuales con problemas de fertilidad, y en las que la mujer no esté capacitada para llevar un embarazo a término o no pueda hacerlo sin poner en riesgo su vida o la del bebé", aclara uno de los senadores autores del documento, Alain Milon.
En cada caso, la pareja de progenitores y la madre de alquiler deberán obtener el visto bueno de la Agencia francesa de Biomedicina así como de un magistrado antes de la transferencia del embrión. Una encuesta publicada por esta misma agencia en 2007 señalaba que el 57% de los franceses estaba a favor de la autorización de las madres de alquiler.
Aunque este documento del Senado abre la puerta a que así sea, aún falta que el proyecto sea autorizado por el Parlamento, y podría no estar listo hasta la reforma de la ley francesa de bioética prevista para el año 2009.
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Foto tomada de google imágenes
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