Mi comadre, la negra Caicedo, me envió un correo electrónico de esos que denominan “cadena” y que rara vez reviso. Este llamó particularmente mi atención pues se titulaba “Cuatro Esposas” y como recientemente mi amiga contrajo nupcias, pensé que era una reflexión sobre el matrimonio.
Aparentemente el correo sí se trataba de una reflexión sobre el matrimonio, pero con un mensaje que me gustaría compartir con los lectores de este espacio.
En resumen, la moraleja del cuento es que a pesar de que acumulamos muchos bienes en vida, al morir es poco lo que nos llevamos. Pareciera que la única incondicional es nuestra alma, pues aunque no hagamos el mínimo esfuerzo por cultivarla, estará allí, fiel hasta el último momento.
La reflexión expresa que los seres humanos confiamos más en quien aparentemente es fiel con nosotros y resulta que “el alma es nuestra primera esposa, la única que nos acompaña a donde vayamos”.
Entonces se presenta una propuesta: Fortalecerla y cuidarla.
Haz que tu alma brille.
Si en algún momento te sientes sólo, repite con fe:
“Sí, amo a Dios. Él es mi fuente de existencia y mi salvador. Él me mantiene funcionando día y noche. Sin él, nada soy, pero con él todo lo puedo, en Cristo que me da fuerza”. (Filipenses 4:1)
Aparentemente el correo sí se trataba de una reflexión sobre el matrimonio, pero con un mensaje que me gustaría compartir con los lectores de este espacio.
En resumen, la moraleja del cuento es que a pesar de que acumulamos muchos bienes en vida, al morir es poco lo que nos llevamos. Pareciera que la única incondicional es nuestra alma, pues aunque no hagamos el mínimo esfuerzo por cultivarla, estará allí, fiel hasta el último momento.
La reflexión expresa que los seres humanos confiamos más en quien aparentemente es fiel con nosotros y resulta que “el alma es nuestra primera esposa, la única que nos acompaña a donde vayamos”.
Entonces se presenta una propuesta: Fortalecerla y cuidarla.
Haz que tu alma brille.
Si en algún momento te sientes sólo, repite con fe:
“Sí, amo a Dios. Él es mi fuente de existencia y mi salvador. Él me mantiene funcionando día y noche. Sin él, nada soy, pero con él todo lo puedo, en Cristo que me da fuerza”. (Filipenses 4:1)
1 comentario:
Me gustó el cierre de este post... es más voy a buscarlo en la biblia y lo incluiré en mis afirmaciones,,,
Chama y no puedo más con lo del latin american idol... la verdad es que no me gustan.. a veces veo el gringo... pero es que ni puedo con la mayré martinez cada vez que canta le tengo que poner unas sabanas a los espejos para que no se rompan..... venezolana y todo.... pero creo que hay mejores talentos..... soy mi destinooooooooo!!!!
Saludos
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