La última encuesta que publiqué buscando la participación de mis lectores sobre los vientres en alquiler arrojó que un 81 por ciento aprobaría una Ley para esta materia en nuestro país.
Sería bueno preguntarnos por qué los seres humanos estamos de acuerdo con una legislación de ese tipo.
No se trata de juzgar a quienes ven en las técnicas de reproducción asistida una alternativa para la procreación. Pero sí de hacer un llamado a la reflexión sobre la responsabilidad que trae implícita la tarea de ser padres.
Veo con asombro, y no entiendo aún por qué, como celebridades de la talla de Ricky Martín, por ejemplo, por ser el caso más reciente, opta por el método de la subrogación para tener hijos.
Si otras estrellas han adoptado para apoyar programas en pro de la niñez abandonada a nivel mundial, ¿qué llevó al artista a buscar un vientre en alquiler y, no sólo eso, hasta una donante de óvulos?.
Quizás, imagino, su deseo de ser padre de una criatura con su carga genética, sin importarle quien fuera la madre; posiblemente huyéndole al compromiso de la convivencia con una mujer.
Bueno, ¿cuántas mujeres han podido criar a sus hijos sin un hombre al lado?. Esto no quiere decir que sea fácil, pues seguro a esas mismas féminas les hizo mucha falta tener la figura paterna en la educación de sus hijos.
Sería fácil pensar ¿si una mujer puede sóla, no puede un hombre también criar a un hijo sin una madre?
Por experiencia estoy segura que no. Mi respuesta es no. Mujer, hombre e hijos forman una familia, son un grupo. Quien no tiene hijos no sabe lo importante que es para una niña o un niño tener a mamá y papá a su lado.
Por orgullo, muchas mujeres creen que los hijos no necesitan al padre, cuando éstas han tenido problemas con la pareja.
Los efectos negativos con seguridad vienen después.
Mamá y papá son figuras irremplazables. No creo correcto querer jugar a ser Dios. La creación es un misterio divino y los hijos, indiscutiblemente, son algo maravilloso.
Sería bueno preguntarnos por qué los seres humanos estamos de acuerdo con una legislación de ese tipo.
No se trata de juzgar a quienes ven en las técnicas de reproducción asistida una alternativa para la procreación. Pero sí de hacer un llamado a la reflexión sobre la responsabilidad que trae implícita la tarea de ser padres.
Veo con asombro, y no entiendo aún por qué, como celebridades de la talla de Ricky Martín, por ejemplo, por ser el caso más reciente, opta por el método de la subrogación para tener hijos.
Si otras estrellas han adoptado para apoyar programas en pro de la niñez abandonada a nivel mundial, ¿qué llevó al artista a buscar un vientre en alquiler y, no sólo eso, hasta una donante de óvulos?.
Quizás, imagino, su deseo de ser padre de una criatura con su carga genética, sin importarle quien fuera la madre; posiblemente huyéndole al compromiso de la convivencia con una mujer.
Bueno, ¿cuántas mujeres han podido criar a sus hijos sin un hombre al lado?. Esto no quiere decir que sea fácil, pues seguro a esas mismas féminas les hizo mucha falta tener la figura paterna en la educación de sus hijos.
Sería fácil pensar ¿si una mujer puede sóla, no puede un hombre también criar a un hijo sin una madre?
Por experiencia estoy segura que no. Mi respuesta es no. Mujer, hombre e hijos forman una familia, son un grupo. Quien no tiene hijos no sabe lo importante que es para una niña o un niño tener a mamá y papá a su lado.
Por orgullo, muchas mujeres creen que los hijos no necesitan al padre, cuando éstas han tenido problemas con la pareja.
Los efectos negativos con seguridad vienen después.
Mamá y papá son figuras irremplazables. No creo correcto querer jugar a ser Dios. La creación es un misterio divino y los hijos, indiscutiblemente, son algo maravilloso.
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